Mi tesoro: Vanessa Montfort, broche de oro final de curso del Club de Lectura de Librería Bravo.

01.07.2014 21:36

Gracias, amiga mía por esa velada tan deliciosa. Gracias, cariño por el esfuerzo de encontrar un hueco en esa agenda de locos para dedicármelo a mí y al Club de Lectura que coordino, por sincera amistad y por tu reconocimiento a mi labor por el nivel del Club. Gracias por tu apoyo incondicional y por tu exquisita literatura. Gracias, mi niña, por todas esas hermosas imágenes de “La leyenda de la Isla sin Voz”, a la que gracias a ti, se empieza a escuchar desde la otra orilla. Gracias, por supuesto, por todo lo personal que compartimos desde que nos conocemos. Gracias por tu valor y tu enorme talento. Gracias por existir y sobre todo: ¡Gracias por nuestra complicidad! Nos vemos en tus ensayos. Te quiero con el alma.

Muchísimas gracias, Manoli por todas las facilidades para el transporte de Vanessa; Choferes de lujo incluidos: ¡todos tus hombres!, por toda tu flexibilidad y capacidad de adaptación, por tu cariño, tus cuidados, detallitos, que son ya marca de la casa Librería Bravo y sello personal de Manuela Bravo.

Gracias, amado Club de Lectura, porque todos los autores coinciden en lo mismo: sin nosotros los lectores, ellos o nosotros (tengo que incluirme) no tienen-tenemos sentido. Los escritores aprendemos y nos nutrimos de los lectores, y ya vais viendo que al final todos somos creativos, si nos damos permiso para aceptar que todo tiene muchas lecturas y que el grupo y los puntos de vista diferentes enriquecen, enseñan y sustentan la visión global que tiene mucho más que ver con la realidad que mi simple interpretación. ¡Gracias, por dejar alucinados a mis amigos con vuestro gran nivel de lectura, vuestras observaciones sinceras de las que aprenden (aprendemos) un montón, vuestras preguntas inteligentes que cuestionan cosas que prácticamente se dan por supuestas, etc! Gracias, por la autenticidad y muy feliz verano!

¡Gracias por tanto tesoro!

Marisa Rubio Pedrero