Mis primeros poemas
Yo empecé a escribir en la pre adolescencia. Mogollón de cuadernos con escritos y uno que conserve con cariño: el de poemas, al tener de tutor-mecenas nada menos que a José Luis Cano. Por lo que siempre estaré agradecida al universo por haber sido bendecida por semejante maestro que de forma absolutamente altruista apoyó, enseñó y comprendido más allá de las palabras en aquel momento tan difícil como para todos es el paso de la niñez a la edad adulta por ese terraplén bailón y desprovisto de lógica alguna que es la adolescencia. Y por si todo esto fuera poco, más allá del cariño y el respeto que me demostraba como escritora, estaba el hecho de que me considerase una musa inspiradora, algo que yo entonces no entendía y , honestamente, no creía merecer viniendo de donde venía y que ahora como maestra entiendo perfectamente lo que es sentir la inspiración que nutre el alma y que procede de cada alumno que confía, se deja inspirar y se convierten en una auténtica fuente de inspiración y gratitud por su existencia y aparición en tu vida. Hermoso, valioso y nutriente el estar dispuestos a aprender todo el rato de tantas infinitas fuentes como tenemos alrededor.